jueves, 21 de diciembre de 2017

Supernova, el fin del universo.






Ahora habrá motivos de queja, pero el final de los años noventa y el principio de los dos mil fueron canelita para el cine comercial Y como es poco popular y en realidad nadie lo ha pedido, estoy haciéndome un ciclo de cine de esa época que me está dejando el cuerpo fino, fino.

Empiezo con un fracasazo de la MGM que se estrenó en el año dos mil pese haberse rodado con muchas fatigas en el noventa y ocho: Supernova, el fin del Universo. La apostilla de "el fin del universo" se pondría para diferenciarla de la otra Supernova de Marta Sánchez; película que no entiendo cómo no es de culto ahora que hay gente empeñada en reivindicar verdadera ponzoña. Pero esa es otra historia que NO merece ser contada.

Vuelvo a Supernova, la americana, la menos mala. Supernova está firmada por un tal Thomas Lee, que es lo mismo que firmarla como Alan Smithtee, o lo mismo que decir que su director tiene la vergüenza suficiente como para no querer verse envuelto en esta movida. Pero el que inicio la historia no es otro que el grandísimo Walter Hill con una historia del experto en chucherías de serie B William Malone y el experto en efectos especiales Daniel Chuba. Y escrita por David C Wilson, que también ha firmado, entre un par de cosas más, Arma Perfecta. ¡Toma ya! Me imagino a Walter Hill pensando en hacer una epopeya de acción sideral oscura, adulta, un thriller espacial con fuste y potencia... Hill estuvo en el proyecto de Alien desde el primer momento, y algo debería saber sobre claustrofobia y tensión cósmicos. 

El resultado, como se suele decir, te sorprenderá.

Supernova cuenta, o eso es lo que se ve en la peli, la última aventura de la nave de rescate médico, Nightingale. Como suele pasar, reciben una llamada de auxilio y se lanzan al rescate perdiendo por el camino a su capitán y metiéndose de cabeza al ladito de un sol a punto de explotar. Además de rescatar a un tipo con aviesas intenciones y un objeto de la disformidad. ¡Yeahhhh! Supernova es la prima olvidada de esa peli que todos alaban como objeto de culto que es Horizonte Final. Coinciden en algunas tramasy la primera hace buena a la otra. Supernova es una película a medio cocer, saturada de filtros azules y efectos especiales a medio hacer; llena de planos inclinados, montaje dispar (recordar que Coppola cobró un millón de dólares por montarla y Jack Sholder estuvo en el rodaje porque Hill fue despedido por no querer seguir rodando con menos pasta), y la sensación de que esto no es lo que estaba en el guión.

La tripulación es un James Spader que quiere ser Han Solo; Angela Basset perdidísima, Robin Tunney con furor uterino, Lou Diamond Phillips con ataque de cuernos, Wilson Cruz antes de entrar en la Discovery, y Peter Facinelli como el villano de la disformidad. También sale un Robert Foster recién rescatado por Tarantino y un robot vestido de aviador.

Un fracaso descomunal que costó más de la cuenta y no luce en pantalla. Un filme olvidado por casi todos que se puede ver como una curiosidad de fin de siglo a la que hay poco que rescatar. Una de esas pelis que sólo sirven para que un tipo como yo hable en su blog en este dos mil diecisiete que se acaba.

1 comentario:

  1. y el cartel tiene algo de Horizonte Final. Tengo ganas de verla a ver si yo he envejecido mal xD

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