viernes, 12 de enero de 2018

¡Gomia, terror en el mar Egeo!





O más conocida como "Savage Island" o "Antrophofagus" en algunos lares. Miembro de honor del listado británico de "nastie movie", y una de las películas más conocidas de Aristide Massaccesci o Joe D´Amato para los fans.

Gomia es una de esas pelis cubiertas de un halo de "mala pero buena" que la ha hecho sacar la cabeza en mitad del océano de producciones similares en temática y época: películas de consumo y de género italiana que tan queridas son por parte del aficionado, y tan "grandes" maestros nos ha brindado. Gomia es esa película que yo le pondría al que se llama aficionado pero ni ha visto tantas del ramo o las recuerda muy mal. Pero se la pondría a palo seco, sin copazo, sin porro... sin un mísero vasito de agua. A mamar la hora y media de película con las manos alejadas del móvil y atento al argumento. Porque Gomia es una de las de culto; de las de la carátula grabada a fuego y el "hooooooooombre, claro que la he visto". Gomia es la obra cumbre de D´Amato en el cine de explotación italiano gracias al guión efectista de Luigi Montefieri/George Eastman, que aquí se reserva el papel del villano; un efecto basado en golpes de efecto sangrientos que hacen que el filme perdure en la cultura popular más allá de su calidad global.

Gomia cuenta una historia más vista que el tebeo. Un grupo de amigos se dirige a una isla dentro de un viaje de placer por el archipiélago del Egeo. La música ambiental de Marcello Giambini ya se preocupa de recordarnos la ubicación, cosa que no hace la propia película más que el típico publirreportaje de los créditos. Total, que los desafortunados amigos, dos parejitas, una americana que se cuela (Tisa Farrow, hermana de Mia y musa de Nueva York bajo el terror de los zombis, que se retiró después de Gomia) y otra pareja con la chica embarazada. Al llegar a una de las islas se encuentran con un montón de muertos y un asesino caníbal que le irá dando caza uno a uno.

Topicazo.

La película tiene un desarrollo torpe, sucio, se diría naturalista si no fuera porque se ve que es más dejadez que intención. George Eastman lo da todo como ese caníbal deforme que igual grita como un loco en un flashback intensito o gruñe y se congestiona en la famosa secuencia por la que todo el mundo conoce Gomia. Una secuencia que hoy día cerraría festivales y provocaría denuncias por parte de colectivos mil. Ríete de A Serbian Film. Gomia es una experiencia que no puede catalogarse como una bazofia porque la verdadera bazofia, el cine malo de verdad, está muchos escalones por debajo de esto. Es un producto de mil novecientos ochenta, hecho con capital italiano y que buscaba el shock y la pasta con lo mínimo posible. Ahora, yo vería un remake, eso sí. La historia, mejor tratado, hubiera dado para algo mucho mejor y que perduraría en la memoria más allá de su truculencia.

Como apéndice, decir que un par de años después, el mismo D´Amato realizó una secuela con el título de Absurd, que no he tenido el placer de ver.

1 comentario:

  1. esta en mi caso es una de las de "hoooooombreeee claro que apenas la recuerdo". Pero sí que creo también que tiene puesto el "de culto" (aunque me gustaria saber porqué xD). Y buen "otropost" de esos que te sacas de la manga. Como siempre :)

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