jueves, 18 de enero de 2018

Dagon, la secta del mar.





En el año 2001 se estrenó esta película de la Fantastic Factory con el luctuoso dato de que es la última película del afamado Paco Rabal. Dagon, la secta del mar, fue un intento más de instaurar, al menos de cara a la galería, cierta industria de género en España por parte del productor Julio Fernández y Brian Yuzna. Un proyecto que se quedó en un puñado de filmes de diversa calidad y el regusto de que este invento podría haber sido algo más lucido que lo que fue realmente. Pero como dicen en Conan, esa es otra historia que será contada.

Hablamos de Dagon. "Un pueblo maldito, un culto ancestral, una pesadilla hecha realidad". Con estas palabras nos vendían Dagon; una adaptación más o menos fidedigna del relato de Lovecraft, Una sombra sobre Insmouth, peo ambientado en la costa gallega y con la misma mala suerte que han tenido otras adaptaciones del autor. Yo todavía sueño con una película a la altura del solitario de Providence, pero bueno, lo que hay es lo que hay y tampoco es tan malo. Porque Dagon ha quedado un poco como esa peli donde sale Raquel Meroño o la última de Rabal (fíjate la lástima porque eso de que la última sea una de terror queda muy mal en ciertos círculos, pero lo que hay es lo que hay). Y Dagon es mucho más.

Verla diecisiete años después, lo que ha llovido, podría ser una experiencia de pura serie B, de esas pelis que ve uno con ganas de cachondeo. Pero no, no es nada que eso. Es más, me ha gustado bastante. Más allá del presupuesto ajustado o lo acertado o no de algunas interpretaciones, me encuentro con una adaptación que capta ese terror insondable y misterioso del relato de Lovecraft, que perturba y no termina de explicarse del todo. Todo gracias a la atmósfera y, sobre todo, al enorme trabajo de Macarena Gómez que lo da todo en su papel. No tanto como Ezra Godden que se queda en un clon de combate de Jeffrey Combs.

Hay que darle una oportunidad a Dagon, a la última aproximación de Gordon al universo de Lovecraft en clave de serie B, en su quiero y no puedo divertido que podría haber sido mucho mejor pero se queda en un filme divertido, en algunos aspectos entrañable, y no tan nefasto como se nos ha vendido. Fue un intento de hacer algo de género en un país donde mover algo de este tipo supone amargura y decepción. Al César lo que es del César.

4 comentarios:

  1. para mí, muy disfrutable y la pena es lo mal que funcionó entre crítica y taquilla. Una verdadera lástima porque te encuentras ante una película la mar de digna (uy la mar xD). Y Macarena está en su línea: muy Macarena xD. Gracias por el post, que son todos buenísimos :)

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  2. De nada. Es una película que si te la venden como americana hubiera tenido mejor fama. Somos así.

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  3. Yo esta la vi con demasiado hype de antemano, me llevé una sonora hostia, pero aún así, la disfruté.

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    1. Sé que le pasó a más gente. La vendieron como la "superproducción" de Fantastic Factory y la mejor adaptación de Lovecraft jamás hecha.

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