jueves, 15 de febrero de 2018

Godless






Siempre se ha dicho que la pervivencia de un género como el western radica en su capacidad para contener casi cualquier tipo de historia dentro de sus propios arquetipos. Parajes desolados, grandes llanuras, naturaleza salvaje, libertad... Son elementos comunes en lo que llamamos cine del Oeste o pelis de indios y vaqueros. Con sus épocas doradas, sus crepúsculos y reinvenciones, sus caídas al fango y sus producciones europeas, el western siempre está ahí. Es el contenedor de las grandes historias.

Y Godless, o Sindiós para los que gozamos con las filigranas de la lengua española, es el último gran western actual. Una miniserie de siete capítulos producida por Netflix y creada, escrita y dirigida por Scott Frank, nominado al Oscar por su guión de Logan y director de una de las mejores cintas del último Liam Nesson, Caminando entre las tumbas. Godlees es una obra de autor dentro de lo que eso significa en una maquinaria imparable de productos de consumo como es Neflix. Pero es una obra de autor que funciona, que cumple su cometido, y que denota un gran amor por el western.

Sindiós es una historia coral que confluye en un duelo al sol. Es tradición, rodaje sobrio, panorámicas y desarrollo de personajes. Es una aventura de forajidos que se traicionan, el destino de un pueblo minero habitado por mujeres, el final profético de un villano humanizado, la redención de un maleante en una granja habitada por una mujer que no ha conocido más que la desgracia, un gran amor lésbico y un canto a ritmo de country y un sentido de la épica pocas veces visto en la televisión.

El pueblo de LaBelle es el escenario del irremediable enfrentamiento entre el mal y el mal mayor. Una miniserie que se ha llamado "western feminista" y no es más que una representación humana, donde cada personaje tiene aire para hablar y desenvolverse sin clichés de género o ataduras tópicas. Es espectacularidad, paisajes espectaculares, un reparto más que acertado, y casi ocho horas de un buen relato del Oeste.

¡A los indios, que vienen los caballos!

2 comentarios:

  1. un grandísimo villano (Jeff Daniels) con sus zarrapastrosos acólitos y unas mujeres que si john ford se levantase de la tumba... lo flipaba xD. Muy buen artículo (como siempre)

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  2. Juega con el gran angular y la majestuosidad de lo más dorado del género. Es una obra redonda.

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