jueves, 24 de enero de 2019

Demons, la pesadilla retorna.










SINOPSIS
«Harán de los cementerios sus catedrales y de las ciudades vuestras tumbas», amenazaba Demons desde su mítico cartel, que prometía una sesión de terror inolvidable y extremo que cumplía con creces. La cinta dirigida por Lamberto Bava y producida por Dario Argento supuso uno de los últimos hitos del cine de género italiano, antes de que la censura ejercida por las cadenas de televisión aniquilara casi por completo esa filmografía llena de furia y sangre que encontró en esta película algo parecido a su canto de cisne. Pero antes, hubo tiempo de ver una secuela también reivindicable y que, con el tiempo, también ha adquirido estatus de culto.
¿Por qué Demons y Demons 2 causaron un impacto tan grande que aun hoy, treinta años después, sigue siendo palpable entre los fans del cine fantástico? ¿Cómo surgieron? ¿Cómo se hicieron? ¿Qué ha sido de quienes las hicieron posibles? ¿Por qué fueron tan importantes? Estas y otras cuestiones son las que intenta resolver Pedro José Tena en un libro fruto de la investigación llevada a cabo durante varios años, profuso en información y declaraciones inéditas, que ha contado con la participación de muchos de los que hicieron posibles estos hitos del horror transalpino.
Incluye prólogo de Luigi Cozzi y numerosas entrevistas exclusivas: Lamberto Bava, Dardano Sacchetti, Sergio Stivaletti, Bobby Rhodes, Geretta Geretta, Fabiola Toledo, etc. La portada es obra de Jairo Guerrero.























RESEÑA






La pesadilla no es que retorne, es que jamás se ha ido. Pedro José Tena se encarga de recordarnos que Demons siempre ha estado ahí, pululando entre otras películas, otras series que pueden ser similares, peores o mejores, pero que siempre se comparan con estos productos del mejor y algo tardía cine de explotación italiano.


Un libro sobre las dos películas de Demons. La propuesta entra dentro de la categoría de proyectos arriesgados, de público selecto, conocedor del tema y con ganas de encontrar datos más profundos de los que existen a un par de clics de ratón. Es lo que tiene escribir sobre un algo tan específico como un par de pelis italianas estrenadas en los ochenta y amadas por aficionado al fantaterror. Ese público que dice sabérselas todas, que se bañan en la charca de IMDB, que se oyen cuanto podcast se emite sobre cine fantástico y que siempre quiere más, más y más.


Demons, la pesadilla retorna es, si se puede decir esto alguna vez, el libro definitivo sobre Demons 1 & 2 de Lamberto Bava. Sí, se puede hacer un libro definitivo sobre un par de pelis de culto y que sea capaz de interesar a alguien que tal vez viera las pelis en su momento y que las tuviera medio olvidadas o al "experto" más pejiguera.


Pedro José Tena es un enamorado de Demons. Esto, en principio, no tiene que ser ni bueno ni malo. Se puede ser un amante de algo y no saber escribir ni trasmitir tu pasión de forma adecuada. Es más, me he encontrado a mucha gente muy apasionada por algo y que son incapaces de contagiar nada que no sea aburrimiento y datos administrativos. Ser fan no te imbuye de capacidad alguna para escribir. El fan es eso: un fan. Y Pedro es un fan de cojones que salva la excepción con cintura, espíritu ameno y hondura. No es sólo el típico libro de aficionado para aficionados, sino que es un gran libro sobre cine. Cine fantástico; cine italiano de explotación; cine de Lamberto Bava… Sí, cine. Y como buen libro sobre cine no es una máquina de vomitar datos o apreciaciones empujadas por el ego del crítico. Es un libro personal, plagado de consideraciones del propio autor, plagado de notas de interés y, sobre todo, lleno de testimonios de los principales implicados en las dos películas.


La joya de la corona de este libro es leer un montón de entrevistas a actores, miembros técnicos, guionistas y demás de Demons 1 & 2. Es una gozada leer las respuestas a las preguntas variadas y con chica de Geretta Geretta, Urbano Barberini o el propio Lamberto Bava o Bobbi Rhodes. Anécdotas, curiosidades, e incluso contradicciones de los participantes que le dan riqueza a un libro que podría haber sido el típico glosario sacado de blogs, páginas webs, o la paja mental de un flipado sobre el fantaterror.


En este libro hay un amor supremo hacia las películas. Un amor respetuoso pero alejado de la alienación del fan ciego. Es un libro golosina que se compra uno nada más conocer su existencia porque no es que lo necesites, sino que es un antojo, por lo que es más valioso si cabe.


Applehead y Pedro José Tena me han regalado un par de noches de lectura y una sonrisa. Me han llenado las estanterías del cerebro de datos que desconocía y de una visión más rica de unas películas que me han marcado de cierta forma. Yo también soy un poco Pedro José Tena, pero más cobarde. Él ha tenido las narices de cocinar un libro como este. Un libro sobre el cine que nos gusta, del que recordaremos toda la vida por encima de altos presupuestos e ínfulas artísticas.


Larga vida a Demons.








miércoles, 2 de enero de 2019

Aquaman.




ENTRADILLA CON DESTRIPES.

En un momento de Aquaman vemos a un pulpo gigante tocando un tambor con los tentáculos. Eso pasa al rato largo de empezar la película y yo ya estaba con la cuchara entregada. Y es que hay una expresión inglesa que define totalmente a esta peli: OVER THE TOP.

Es nuestra amada y rica lengua podría equivaler a desparrame. Y eso es Aquaman: un desparrame de dos horas donde el espíritu de Flash Gordon se reencarna en una producción irrepetible y con resultado final increíble para lo que se esperaba de ella. Ya he hablado otras veces de lo que nos gusta tirar al barro cualquier cosa antes de verla nacer. Todos tenemos algo de abortistas culturales, de talibanes de lo que aún no se ha publicado, de infancias violadas y del "ojo cuidao". Y el universo DC en el cine es un campo abonado para tener siempre una antorcha preparada y predicar una opinión que no nos ha pedido nadie.

Y Aquaman es el milagro que nos dice que hay margen para la sorpresa y que todo no es tan predecible como parece. Aquaman es la aventura más pulp que he visto en mucho tiempo. Pulp en su sentido más clásico. Llena de mundos en el interior de la tierra, dinosaurios, bestias abisales, piratas submarinos, mapas escondidos y una batalla entre diferentes razas de la que no se entera nadie en la superficie. Es el viaje del héroe con extra de músculo y macarreo. Es un Aquaman que podría llamarse Jack, El Corsario de los Mares o lo que sea. Es el personaje más cercano y más alejado de su referente comiquero, es pura contradicción argumental, cúmulo de cosas que pueden salir mal y aciertos que no sé si son conscientes o la magia de un James Wan que demuestra que no hay material que no puede convertir en algo entretenido.

Jason Momoa es Aquaman pero es más Momoa que otra cosa. Un actor que se aferra a un icono que él mismo ha creado y es superviviente de una Liga de la Justicia que casi le manda al banquillo antes de empezar su propio partido. Momoa va entregado por una causa más grande que él mismo. Ahora todo recae (me refiero al Universo DC cinematográfico) en sus hombres y en los de Gal Gadot. Ni Batman, ni Superman. La gente se ha rendido a los pies de una diosa y de un... yo qué sé no muy bien explicado con un tridente enorme y ganas de divertir.

Aquaman son dos horas de peleas, duelos, batallas, persecuciones, bromitas, destinos manifiestos, canciones de Pitbull, BSO acertada, Amber Head, rejuvenecimientos digitales a tope y aventura, mucha aventura. Es una película de sábado por la tarde increíblemente vigorizada, donde todo es colorista y llamativo. Una película a la que es muy fácil perdonarle sus errores porque entra bien, porque al poco de empezar a verla estás muy a favor de ella, porque es sencilla y luminosa...

Porque DC tal vez haya visto el éxito en el entretenimiento. Qué tontería, ¿verdad?